lunes, 28 de diciembre de 2009

Más cerca de Marte que de Africa.

Como continuación a la entrevista que os recomendaba de José Luis Sampedro, me gustaría hacer hincapié sobre una reflexión realizada.
Para mi es de una verdad incuestionable que evidencia la inmoralidad de nuestros días, la hipocresía del sistema y los intereses del capital.

Su reflexión, no son palabras textuales, para el que desee escucharlas que acuda a la página del enlace, dice más o menos así:

...Se gastan miles de millones en realizar expediciones a Marte en busca de agua y la mayor parte de la población que habita el planeta no tiene acceso al agua potable...

Parece ser que no interesa, que con las inversiones que se realizan en dichas expediciones la población africana tendría acceso al agua sin restricciones. No solo hablamos del consumo primigenio necesario para subsistir, sino el inicio de todo sistema agrario a gran escala, autoabastecimiento y exportación, sistema industrial,en fin, desarrollo de los países llamados subdesarrollados.

Es más rentable robar las materias primas de dichos países, revendérselas a precios desorbitados, sin industria que permita su producción, y porque no, si los niños tienen que recorrer diariamente 10 kilómetros desde sus aldeas para buscar agua, y ello les hace no ir a la escuela, es más fácil robarte si no sabes leer y escribir.

Indignante.

1 comentario:

  1. Obviamente en el mundo en el que nos encontramos de desigualdades y de egoismo innato, los ricos siempre serán ricos y los pobres, la mayor parte serán pobres. La mala distribución de la riqueza se remonta tiempo atrás y difícilmente se podrá mejorar las condiciones de vida de muchas personas. Pero qué casualidad de que en estos países en donde florece tanta pobreza en la cual se esconde un maravilloso tesoro de explotación por los vecinos adinerados,tierra. Un bien que a muchos no les interesa enseñar con qué método se obtienen dichas materias y así cómo poder mejorar su productividad, en definitiva información asimétrica, unos porque no quieren saber y otros sabiendo no les interesa decir.
    Hagan sus apuestas señores, y díganme cual será la siguiente consecuencia de esta crisis intencionada.

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