Indignante. Ya empezamos otra vez. Me gustaría conecer, ya que desconozco sus orígenes, si el primer ministro de Canada o sus hombres de confianza, tienen relaciones más allá de las ineherentes al cargo con poderes fácticos económicos y financieros. Es decir, que motivaciones ocultas pueden llevar a un dirigente, en los tiempos que corren, y ya dado el paso, por los representantes de las primeras potencias a favor de algo tan necesario, a ir en contra de dicha regulación.
Espero que el pueblo canadiense para los pies a semejante individuo.
Estas noticias no podemos leerlas como meras anécdotas, sino como ataques flagrantes a la dignidad humana.
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