domingo, 11 de abril de 2010

Economía de decrecimiento

¿Sabéis que hay estudios que indican que al ritmo que crecen países como la India y China, y en general, la población mundial, en el año 2040, consumiremos cuatro veces más que lo que la tierra puede producir?
Es un hecho irrefutable, técnicamente sin solución. La tierra no podrá abastecer a la población mundial en apenas 30 años.
Os habéis preguntado alguna vez lo siguiente. El planeta necesita al hombre o el hombre necesita al planeta. Parece evidente, el planeta no nos necesita. Es más somos un problema.
Ante dicho hecho, algunos piensan que la solución es el control de las tasas de natalidad. Personalmente, no creo que sea la solución. Me explicare. Filosófica y éticamente no creo que sea correcto por muchos motivos. Entre otros, quién decide quién debe nacer, que poblaciones reducir, qué estratos sociales se deben restringir, o qué continentes se deben contener. Además, ¿cuál es el motivo esa posible carencia de alimentos?. ¿Creéis que se debe a que las familias africanas tienen 4 o 5 hijos?. Seguramente no. Podéis recabar información en cualquier ONG y os daréis cuenta que cualquier europeo medio consume cantidades muy superiores a las de una familia africana.
¿Cuál es el verdadero problema?. Lo que llaman el crecimiento sostenible, el feroz consumismo. Esa trágico destino comentado no es causa del crecimiento de la población, es causa del consumo irracional de los países industrializados. Os puedo asegurar que la mayoría de los niños africanos no tienen agua potable, tienen que recorrer kilómetros en busca de agua todos los días, y es normal que lo realicen descalzos. ¿Creéis que ellos son los que están acabando con los recursos naturales?. Pero si es normal que cualquier europeo medio tenga varios pares de zapatos, o que cambie de coche cada tres años, o que se aburra de un bolso que ha estrenado solo en una ocasión. Ese es leit motiv de nuestro argumento. La economía de decrecimiento. Es decir, el hombre que habita el planeta para saciar su sed consumista, como si fuera ejercito de termitas, arrasa con todo lo que hay sobre la faz de la tierra. Y en vez, de volver a lo básico, a lo esencial, su idea es robar el derecho a las futuras generaciones a poder disfrutar del planeta que se nos ha dado. El hombre, el único animal que se autodestruye. Homo, homini lupus. Decía Hobbes. Pues bien, si el hombre quiere evitarlo debe iniciar el periodo económico de decrecimiento. El capitalista debe reducir su tamaño y el consumidor sus deseos innecesarios. Veráis como la propia población sin ningún tipo de restricciones a la natalidad, adaptará su crecimiento a las circunstancias que el planeta le brinde. Tenemos que coger conciencia de los que está ocurriendo a nuestro alrededor. Vivir es elección y sufrimiento. La tierra no puede ser habitada por avestruces.

2 comentarios:

  1. Estimado Akron, es cierto lo que señalas. Estamos sumergidos a través de un sistema económico destructivo que a través del consumismo estamos destruyendo nuestra única nave espacial que tenemos. Se que estas en contra de la reducción a la natalidad, pero mi enfoque se va a que muchas pero muchos niños sobre todo en el continente Africano llegan a este mundo sin alguna esperanza de vida y sin un futuro digno, de allí es que me enfoco para tratar de contrarrestar dicho fenómeno que muy injusto en el cual lo digo a mi juicio propio, puesto que me enfadan las injusticias, y que lamentablemente estamos sumergidos en un mundo donde prevale las injusticias, el odio y el egoísmo…

    Nuevamente dejo el enlace del video sobre la cruel realidad del sistema capitalista. http://video.google.es/videoplay?docid=-5645724531418649230&hl=es#

    Saludos y Éxitos…

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  2. Estimado Jarm.

    ¿Sabes qué es lo más triste de todo esto?. Lo que se considera una utopía, es la única solución al trágico destino que nos espera.
    Como indica Jose Luis Sampedro, hay soluciones pero el sistema no le interesa, el hombre no tiene voluntad de solucionar los problemas de nuestro planeta. El hombre desgraciadamente se autodestruye.
    Te hago una cuestión. ¿Cómo se ha regulado la población historicamente?

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