lunes, 30 de noviembre de 2009

Hay que reinventar el sistema financiero internacional.

Hoy Cotizalia recoge una noticia de Financial Times donde se informa que el organismo supervisor del sistema financiero mundial, formado por los Bancos Centrales, Financial Stability Body (FSB) mantendrá especial vigilancia a 30 entidades,entre ellas, 6 aseguradoras y 24 bancos, cuya hipotética caída provocaría una crisis financiera de dimensiones incalculables. Entre ellos se encuentran Santander y BBVA.
Además hace poco, se publicaba que el Banco de Inglaterra quería imponer restricciones más duras a las prácticas bancarias.
Creo que es relevante, en la situación de reordenación del sistema bancario español y mundial, que se empiecen a tomar medidas que eviten volver a cometer los excesos del pasado.
Hemos vivido como el colapso del sistema bancario ha tumbado el sistema económico de nuestro país. Es decir, en roman paladino, si la banca lo hace mal, la economía paga las consecuencias.
La coyuntura de los tipos de interés,a principios del siglo XXI, tanto en EE.UU (Mr. Greespan) como en la Euro zona, entre el 1 % y el 2 % respectivamente, propiciaron "el crecimiento económico" debido a dos situaciones. Primero que los bancos, viendo reducidos sus margenes financieros, tuvieran que aumentar su inversión en mayor medida y, digámoslo, alegremente sin muchas precauciones (casos extremos las famosas subprime), lo que fomentó un crecimiento a base de financiación ajena "barata", y segundo los inversores, en especial, el sector de la construcción e inmobiliario, auténticos "señores del momento" se lanzaron a un mercado en auge y de fácil especulación (invierto 1 y gano 4). Si a estos dos factores añadimos, la permisividad de los ayuntamientos, cabildos, comunidades autónomas y demás organismos del Estado, que veían como sus arcas crecían de manera imparable, sin tener en cuenta, la corrupción tan arraigada en la España del siglo de oro, y por supuesto, la ingenuidad o más bien, inconsciencia de los compradores "mil euristas" que pagaban por ratoneras de cemento, ingentes sumas de dinero, cuyas cuotas, dejarían en herencia a sus hijos, tenemos la combinación perfecta de este cóctel explosivo. Quién no ha oído la frase ¡invierte en ladrillo que no puede perder su valor!.Que se lo digan ahora a los tasadores de firma fácil.
Un día empiezan a subir los tipos de interés, las familias no pueden pagar las cuotas de su hipoteca, los grandes bancos americanos y la bolsa se hunde, la crisis de liquidez y la desconfianza inunda el sistema financiero, el miedo entra en el cuerpo de los altos directivos, y como consecuencia se restringe el crédito a todas aquellas empresas que habían crecido a base del dinero ajeno. En resumidas cuentas, ¡cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar!.
¿Cuales han sido las medidas tomadas para no volver a caer en los errores del pasado?. Parece ser que se empieza a pensar que hay que ser más duros con los bancos, sus directivos, sus bonos, etc... ¿Pero es suficiente?. A mi modo de entender no. En 1929, fuimos testigos que si los bancos especulan, las consecuencias son terribles. Y aún así hemos vuelto a tropezar en la misma piedra. Debemos entender que el sistema financiero es punto clave en las economías modernas y no podemos permitir que las decisiones de unos directivos primados por sus intereses pongan en riesgo el funcionamiento de la economía.
Tenemos que ir mucho más lejos, hay que redefinir la función del sistema bancario.
Os propongo recopilemos entre todos soluciones a esta cuestión. Por mi parte os expondré mis ideas en las sucesivas entradas del blog.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Palatino, Roma, septiembre 2007


Presentación

Este Blog nace, como un ejercicio de libertad y deseo de transformación. No pretende ser un cúmulo de ideas, sino más bien, un medio sin fronteras de libre expresión, que siembre semillas de cambio. Cambio necesario y urgente.
Este campo necesita ser regado por vuestras ideas y opiniones, cosecha que no será de mi propiedad, sino más bien, busca ser alimento de cambio inminente.
No podemos permanecer impasible, viendo pasar ante nosotros, como meros espectadores, los acontecimientos políticos, sociales y económicos que están ocurriendo en nuestra sociedad. Es urgente que desde nuestra individualidad, utilicemos las ventajas que nos proporciona la red para movilizarnos. El Sistema debe saber que su modelo moribundo, se encuentra en estado paliativo y que no es susceptible de reanimación. No podemos tropezar con la misma piedra, debemos tomar el único camino posible, el camino hacia el cambio.
Ahora más que nunca debemos ser críticos, creativos, imaginativos y comprometidos, porque en lo carente de sentido, posiblemente se encuentre el punto de inflexión.
Para que esta cosecha alimente generaciones enteras, necesitamos que la utopía se convierta en realidad.